El rechazo: la verdadera raíz del miedo a hablar en público

El rechazo: la verdadera raíz del miedo a hablar en público
Estás de pie frente a una sala.
O a punto de intervenir en una reunión por Zoom.

Y, de repente...
El corazón se acelera.
La garganta se cierra.
La mente se queda en blanco.

Puede que pienses que se trata de olvidar lo que ibas a decir. O de no sonar lo bastante “pulido”.
Pero debajo de todo eso, hay algo más profundo:

Tu cerebro cree que estás a punto de ser rechazado.

No es un problema de mentalidad. Es un instinto de supervivencia.
Cuando estás a punto de hablar y todas las miradas se centran en ti, tu sistema nervioso no lo interpreta como “una reunión de trabajo” o “una presentación”.
Lo interpreta como:
“Te están juzgando. Podrían expulsarte del grupo.”

Porque en la época primitiva, ser rechazado por la tribu significaba una sola cosa:
Peligro. Aislamiento. Riesgo para la supervivencia.

Hoy, el rechazo no te va a dejar solo en mitad del bosque...
Pero tu sistema nervioso no ha actualizado su software.

Así que te inunda con adrenalina, cortisol y pánico — todo para protegerte de lo que percibe como una amenaza: ser visto y no ser aceptado.

Por eso los consejos habituales no son suficientes.

Técnicas de respiración, trabajo corporal, entrenamiento vocal... todo eso ayuda.
Pero si alguna vez has practicado todo lo correcto y aun así has sentido cómo se te encoge el pecho antes de hablar, lo sabes:
Está pasando algo más profundo.

Ese “algo” vive en el subconsciente.
Es la parte de ti que aprendió —hace mucho— que ser visible podía ser peligroso. Que ser juzgado podía significar ser apartado.

No estás roto.
Tu sistema nervioso solo está intentando protegerte.

¿Recuerdas conscientemente algún momento de tu infancia en el que te sentiste expuesto, juzgado o humillado al hablar?
Mucha gente no lo recuerda — y por eso la hipnosis puede ser una herramienta tan poderosa.
Ayuda a acceder a la causa raíz y reescribirla, para que tu sistema nervioso, por fin, pueda sentirse seguro al ser visto.

Porque cuando dejas de temer al rechazo...
Dejas de esconder tu voz.
Dejas de editar quién eres.
Dejas de intentar “encajar”.

Y empiezas a adueñarte de lo que te hace diferente.

Es entonces cuando la gente realmente te escucha.
No porque hables más alto — sino porque eres auténtico.

¿Quieres explorar cómo lo hacemos?

www.danieldellano.com
Un programa para profesionales que quieren dejar de temer al foco — y empezar a dominarlo.

Previous
Previous

Las capas del miedo al hablar en público

Next
Next

No, tu acento no es un defecto — y tampoco lo son las otras partes únicas de ti